jueves, 10 de enero de 2008

Perfil de un sabio universitario


Manuel Domínguez Martínez representa la prueba evidente de que se puede ser, durante toda una vida, joven sin ambages. Charlar con este nonagenario supone un difícil ejercicio: su chorro de sabiduría anula al confidente, o al entrevistador. A los 93 años, maneja su propio teléfono móvil, se desplaza solo para hacer sus gestiones (en algunas ocasiones conceder entrevistas), y viste con suma elegancia. Esta vitalidad, su fuerza, y su familia, le hacen perseverar en sus propósitos y ambiciones. Y entre sus últimos méritos se cuenta el de haber logrado un doctorado universitario, convirtiéndole en el alumno de más edad en obtenerlo en nuestro país. Su trabajo de investigación analiza la evolución socio-económica y educativa de España durante el siglo XX y está apoyado, faltaría más, en vivencias experimentadas a lo largo de su vida.
Titulado “Evolución socio-económica y educativa de España durante el siglo XX” , presentó su doctorando en la Facultad de Ciencias Empresariales del Campus de La Merced, de la Universidad de Huelva. Y, cual estudiante aplicado que no deja lugar a dudas, su investigación obtuvo del tribunal la calificación de “cum laude” por unanimidad. El trabajo estuvo dirigido por el rector de la Onubense, Francisco José Martínez, catedrático de Economía Financiera y Contabilidad, y está apoyado en hechos históricos de los que fue testigo para plasmar la trayectoria de un siglo de educación, de economía, de política y de sociología, ámbitos de los que extrae reflexiones y conclusiones muy interesantes, según los docentes.
Manuel Domínguez Martínez entra a saco en todo, con una gallardía similar a la del que empieza y nada teme. En relación al plano político, por ejemplo, concluye que “existe una lucha de intereses nacionales que, si bien siempre ha existido, ahora con el contacto entre los pueblos hace que las diferencias se pronuncien y las relaciones se hagan cada vez más complejas, como sucede con la inmigración o la mezcla de personas de diferentes idiomas, religión, cultura, costumbres...”. En el terreno económico, lanza sentencias tan elocuentes como ésta: “La globalización contribuirá a la anulación de las fronteras y a la confusión de los elementos de consumo”.
Manuel Domínguez Martínez ha dedicado toda su vida al estudio, que ha compartido entre la docencia y su actividad profesional como economista. Eran otros tiempos. Cuando realizó los estudios superiores de Enseñanzas Mercantiles no existía ni la Licenciatura de Ciencias Económicas y Empresariales ni mucho menos el doctorado. Pasado el tiempo, decidió dar un nuevo salto académico, seguir creciendo, e hizo el doctorado en Ciencias Económicas y Empresariales. “Me permitía continuar sin problemas con mi labor profesional y de enseñanza”, explica.
Manuel Domínguez realizó los cursos del doctorado en la Universidad Complutense de Madrid entre 1971 y 1973. Logró muy buenos resultados pero no pudo continuar con la tesis porque sus circunstancias personales se lo impidieron. En ocasiones, en la vida –él lo sabe bien- hay que elegir. Por ello, completó los créditos que le faltaban en la Universidad de Huelva en el programa de doctorado. Años 2003 al 2005. “Parecerá extraño realizar este trabajo cuando en la actualidad tengo 93 años, pero la explicación está en que desde muy pequeño y, dadas las circunstancias de la tertulia política que mi padre mantenía en casa, escuchaba muchos de los temas y, gracias a ello, conservo en la memoria muchos aspectos de la vida nacional antes de la dictadura del general Primo de Rivera”. Ahora, doctorado en mano, Manuel trabaja ya en otros proyectos ajeno al cansancio y al paso de los años. El alumno más viejo de España tiene cuerda para rato.

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